Rubí: La Piedra del Amor y la Pasión

El rubí es una gema muy apreciada, desde los principios de la historia hasta la actualidad. El rubí es un mineral descubierto hace miles de años. Es una piedra preciosa a la que se le han atribuido muchas propiedades y simbolismos, y que siempre a tenido un alto valor a lo largo de la historia. En conjunto con el zafiro, la esmeralda y el diamante, el rubí es una de las piedras preciosas más bellas y destacables, se ha usado en infinidad de tesoros y por supuesto es altamente apreciada en joyería.

¿Qué son los rubís?

Los rubís son piedras preciosas pertenecientes a la familia del corindón, que se caracterizan por tener un color rojo, aunque el corindón se pueden encontrar también en color morado, en este último caso no se conocen como rubís, sino como balajes. Si bien se pueden crear sintéticamente, con propiedades químicas y físicas parecidas a los rubís naturales, son realmente los rubís obtenidos en yacimientos o a través de minas los que tienen más valor como gemas.

Breve historia de los rubís

Los rubís han sido considerados como piedras preciosas históricamente, sobre todo en los países asiáticos. Se cree que estas gemas fueron descubiertas hace más de 2000 años en la India, aunque otros difieren y piensan que su descubrimiento fue hecho en China, algunos archivos apuntan a que en el año 200 a. C., ya eran comercializados en la llamada Ruta de la Seda del Norte de China. Los nobles chinos adornaban sus armaduras con rubíes, puesto que creían que la gema les otorgaría protección ante las diferentes batallas. Continuando con otro país asiático, es importante decir que Birmania ha sido una fuente de obtención de rubís desde al menos el año 600 d.C. resaltando como yacimiento por mucho tiempo, pues los rubíes birmanos siguen siendo algunas de las gemas de rubíes más preciadas. Una vez agotadas las minas birmanas clásicas, la región de Mong Hsu de Myanmar inició con la producción rubís en la década de 1990. A pesar de que carecían del rico tono rojo de los rubíes birmanos tradicionales, fueron tratados con calor para mejorar la saturación y la transparencia.

Es verdad que un numero significativo de rubíes en la actualidad están tratados, además, también se pueden obtener de manera artificial, pero los rubís que se encuentran en yacimientos de los países mencionados como India, China y Birmania, y otros como Madagascar, Rusia, Colombia, Brasil, Estados Unidos, Australia, etc, suelen ser los más valiosos.

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Propiedades químicas y físicas de los rubís

Por un lado, las propiedades químicas del rubí hacen referencia a cómo se compone la piedra como material, que se puede resumir en su fórmula química que al igual que el zafiro, el rubí es un óxido de aluminio con la fórmula Al₂O₃.

Las principales propiedades físicas del rubí se pueden apreciar a simple vista. Se pueden describir según la intensidad de su color rojo, tienen una dureza 9.0 en la escala Mohs, y una densidad de 3.0 a 4.2 según la cristalización y configuración cristalina tetragonal, hexagonal y cubica.

Rubís en la joyería y cómo escogerlos

Muchos tipos de joyas como anillos, pendientes, collares, colgantes o pulseras, pueden complementar su belleza con la inclusión de rubís. A la hora de juzgar la calidad de los rubíes en una joya es importante tener en cuenta las siguientes características:

  • Color. Los tonos de rojo de los rubís pueden variar desde los más oscuros a los más brillantes. Lo importante del color es que sea precisamente rojo y cuanto más intenso mejor, como los famosos sangre de pichón. Menos valorados son aquellos que tienden hacia el morado o hacia el rosa.

  • Claridad. Idealmente, los rubís deben ser lo más claros que sea posible, aunque estas piedras preciosas normalmente poseen líneas o marcas naturales. Los rubís que son traslúcidos por completo sin inclusiones son mucho más raros y valiosos.

  • Corte. Se trata de la forma de la talla que se le da al rubí, y de las proporciones de la misma que inciden en el brillo y fuego de la gema por la refracción y reflexión interna de la luz dependiendo de los ángulos relativos de sus facetas. Debido a que las marcas naturales en los rubíes son comunes, los cortadores de gemas intentan evitar otras cuando transforman una piedra en bruto en una gema. También pueden tratar de maximizar su tamaño para aumentar su peso pero al hacer esto a veces se sacrifican las proporciones del corte, se trata de buscar un equilibrio que decide el tallador en cada piedra dependiendo de varios factores.

  • Quilates. Los rubíes grandes de alta calidad son más raros que los pequeños, por tal razón, el precio por quilate de un rubí aumenta exponencialmente con su tamaño. Por encima de un quilate, los rubíes de alta calidad pueden resultar muy caros.

Simbología del rubí

El rubí ha sido considerado una piedra de gran poder y simbolismo a lo largo de la historia, con asociaciones que van desde el amor hasta la protección espiritual. Su intenso color rojo, que recuerda al fuego y la sangre, ha hecho que se le vea como un símbolo de vida, energía y pasión. En la antigua India, se le llamaba «Ratnaraj» o «el rey de las gemas,» y se creía que otorgaba éxito, fuerza y protección a quien lo portaba. Los guerreros en Birmania (Myanmar) incluso llevaban rubíes para volverse invulnerables en combate, convencidos de que la piedra les brindaría coraje y defensa sobrenatural.
 

El simbolismo de los rubíes también está estrechamente ligado al amor y al deseo. En muchas culturas, se les atribuyen propiedades para despertar la pasión, fortalecer las relaciones y asegurar el amor duradero, por lo que a menudo se utilizan en joyas de compromiso o regalos románticos. En la Edad Media, el rubí era visto como una piedra que fortalecía el corazón tanto física como emocionalmente, alentando la confianza y el vínculo entre las parejas.

Además, se cree que el rubí tiene la capacidad de transmutar la energía negativa en positiva, lo que lo convierte en un símbolo de renovación y protección espiritual. La gema es vista como un escudo contra el mal y las energías negativas, proporcionando calma y estabilidad a su portador. En resumen, el rubí simboliza una combinación única de amor, valentía y vitalidad, lo que le da un atractivo emocional que va mucho más allá de su belleza física.

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Cuidado y mantenimiento del rubí

Aunque el rubí es una piedra muy duradera, es importante cuidarlo adecuadamente para conservar su belleza:

  • Limpieza: Los rubíes pueden limpiarse con agua tibia y jabón suave. Un cepillo de cerdas suaves ayuda a eliminar cualquier residuo en la superficie. También es seguro limpiarlos mediante métodos ultrasónicos o de vapor.
  • Almacenamiento: Como son duros, los rubíes pueden rayar otras piedras más blandas. Por eso, es mejor almacenarlos por separado, en un estuche forrado con tela o en una bolsa de tela suave.
  • Evitar golpes fuertes: Aunque son muy resistentes, los rubíes pueden fracturarse o astillarse si reciben un golpe muy fuerte.
  • Tratamientos de mejora: Algunos rubíes son tratados térmicamente para mejorar su color y claridad. Es importante preguntar si el rubí que adquieres ha sido tratado, ya que algunos tratamientos pueden requerir cuidados específicos.

El rubí, con su hermoso y vibrante color, es una gema que simboliza el amor y la pasión y se encuentra entre las piedras más deseadas en la joyería de alta gama. Con el mantenimiento adecuado, un rubí puede conservar su brillo y belleza a lo largo de muchas generaciones.